JUNIO
2004
PALESTINOS
UN EXODO FORZADO
El pasado mes de marzo un numeroso grupo de espa?oles del mundo de la
prensa y el arte regresaron de un viaje a tierras palestinas. Pudieron
ver con sus propios ojos el desarrollo de un genocidio conocido y
permitido por la comunidad mundial: la pr?ctica del terrorismo de Estado
por parte del Gobierno de Israel.
Texto: Isabel Mu?iz / Fotos cedidas
por: Plataforma de Mujeres Artistas
La mejor manera de conocer
la realidad de un pueblo es sumergirse en la vida diaria, empaparse
hasta comprender los porqu?s de su pensamiento, de sus acciones. Por eso
la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de G?nero, junto
con un importante grupo de artistas y prensa emprendi? un viaje hacia
Palestina, un territorio que alberga uno de los conflictos m?s complejos
del escenario internacional.
La disputa por el territorio originariamente palestino tiene un momento
clave en la creaci?n del Estado de Israel, en 1948. Desde entonces se
han enfrentado fuerzas desiguales, expulsando Israel a la poblaci?n
?rabe aut?ctona de la casi totalidad de sus territorios y manteni?ndola
bajo control militar con una constante violaci?n de los derechos
humanos.
En total fueron ochenta personas las que formaron este convoy de la paz,
entre las que se encontraban cantantes como Cristina del Valle, Caco
Senante, Mercedes Ferrer, y componentes de grupos como Dover, Los
Secretos, Greta y los Garbo, y un largo etc?tera; escritores como
Eugenia Rico, Espido Freire, Luc?a Etxebarr?a, entre otros y actrices
como Marta Belaustegui, Natalia Dicenta, Andrea Guardiola, Arantxa de
Juan.
El muro
erigido por el gobierno israel? con el pretexto de evitar la entrada de
terroristas palestinos lleva ya construidos 150 kil?metros de los 650
que hay programados, y ya ha dejado a 20.000 personas sin medios de vida
y patrimonio, arrasando miles de hect?reas de terreno y pozos de agua en
Cisjordania.
La misi?n de poder entrar en
Palestina se les antojaba dif?cil desde el primer momento. Las
reticencias del gobierno israel? a permitir visitantes en los
territorios ocupados, por su condici?n de inc?modos testigos, se
superaron gracias al apoyo y trabajo de diplom?ticos espa?oles como
Miguel Moratinos, por aquel entonces enviado especial de la UE para el
proceso de paz en Oriente Medio.
Lo que encontraron all? super? con mucho lo imaginado. "Hemos visto el
muro de la verg?enza. Un muro, a veces verja, y otras de bloques de
hormig?n como el de Kalkiliah, que separa las tierras, las familias y el
agua que es robada y vendida a precios desorbitados por los ladrones a
sus leg?timos due?os, con la prepotencia del que tiene el poder de las
armas", asegura la actriz Andrea Guardiola.
El muro erigido por el gobierno israel? con el pretexto de evitar la
entrada de terroristas palestinos lleva ya construidos 150 kil?metros de
los 650 que hay programados, y ya ha dejado a 20.000 personas sin medios
de vida y patrimonio, arrasando miles de hect?reas de terreno y pozos de
agua en Cisjordania.
"La ciudad de Kalkiliah, por ejemplo, es una ciudad que vive de la
agricultura mayoritariamente. Los campos de cultivo los han anexionado
los israel?es, por lo tanto el setenta por ciento de la poblaci?n se ha
quedado en paro. Adem?s, muchas familias han quedado separadas por el
muro", comenta Cristina del Valle, presidenta de la Plataforma de
Mujeres Artistas.
Millones de
palestinos viven en condiciones precarias, la mayor parte expulsados de
su tierra y sufriendo el acoso por parte de las fuerzas israel?es, ante
el mutismo de la Comunidad Europea.
Las consecuencias de la
guerra se hacen notar de forma especial entre la poblaci?n infantil
palestina, que ha crecido en un ambiente de violencia, y no conoce otra
realidad m?s que la del terror. "Los ni?os les dicen a sus padres
'vosotros no pod?is protegernos', porque est?n viendo c?mo diariamente
el ejercito israel? entra en sus casas y los golpea o humilla, cuando no
los asesina. Han normalizado el sentimiento de que no pueden
protegerse". En su viaje por tierras palestinas, los espa?oles pudieron
ver a los ni?os tirando piedras contra tanques del ej?rcito invasor,
organizados perfectamente en columnas. Comprobaron personalmente el
miedo y la falta de confianza que experimentan hacia los extranjeros, a
los que asocian con el enemigo.
"En colegios pr?ximos al muro es frecuente que el ej?rcito empiece a
disparar arbitrariamente botes de humo, y los ni?os ingresan en
hospitales con ataques de p?nico y tensi?n", a?ade Cristina del Valle.
Con estas estrategias el Gobierno israel? lleva adelante una campa?a de
desestabilizaci?n e imposibilita la normalizaci?n de la vida aniquilando
la estabilidad econ?mica y emocional dentro del pa?s.
Las mujeres tienen un papel destacado dentro de lo que es la pol?tica y
el asociacionismo, y priorizan los derechos de la comunidad a los suyos.
La mayor?a de ellas o son viudas o tienen a sus maridos en la c?rcel o
han visto fallecer a alguno de sus hijos. "Conocimos a una mujer que en
un mes hab?a perdido a dos de sus hijos. Su casa era un museo lleno de
fotos. Llevan el dolor reflejado en sus caras", a?ade del Valle.
La circulaci?n por el territorio es dif?cil y entra?a muchos peligros.
Custodiados por el Ej?rcito israel? se hallan los denominados check
points, barreras dif?ciles de atravesar para los palestinos, que a veces
esperan hasta varios d?as para poder cruzarlas. La comisi?n espa?ola sin
embargo tuvo que esperar a lo sumo dos horas para poder pasar al otro
lado.
Durante los d?as que la Plataforma estuvo en estas tierras se reunieron
con mujeres del campo de refugiados de Kalandria, y con algunas
asociaciones de mujeres, a pesar de las grandes dificultades que
entra?aba para ellas.
"Las mujeres del campo de refugiados de Kalandria, con testimonios
estremecedores nos contaron que en los ?ltimos tres a?os 22 ni?os
menores de 17 a?os han muerto en los controles de entrada al
campamento", comenta Andrea Guardiola, en un comunicado de la
Plataforma.
Acabar con el
terrorismo pasa por luchar por la justicia y que los pueblos tengan el
leg?timo derecho a su soberan?a y a decidir su futuro libremente. No se
puede ser neutral ante la injusticia"
Al estado de tensi?n
permanente en la zona hay que sumar la desinformaci?n y la manipulaci?n
de los datos que se facilitan al exterior diariamente. "Lo ?nico que se
muestra es a un pueblo que agrede sin sentido, cuando es totalmente
incierto. El pueblo palestino es pueblo profundamente pac?fico que
pacientemente y organizadamente est? intentando resistir ante una
situaci?n de barbarie. A nosotros que estuvimos una semana nos herv?a la
sangre ante la humillaci?n continua, y la chuler?a con que el ej?rcito
est? tratando a este pueblo. Las mujeres nos dec?an que era dif?cil
retener a sus hijos cuando est?n viviendo una situaci?n de desesperaci?n
y conviven con el terror. Incluso las organizaciones pol?ticas no pueden
detener a algunas personas que se han inmolado o cometido atentados,
porque no se puede controlar el estado de desesperaci?n de una persona
que ha perdido a su familia, que no ve ninguna esperanza" a?ade Cristina
del Valle.
Para la Plataforma de Mujeres contra la Violencia de G?nero no existe
ninguna causa justa que justifique la muerte de civiles, por ello
condenan todo tipo de terrorismo, incluyendo el que se ejerce desde
Gobiernos e instituciones y que permite que Estados desde "la legalidad"
invadan y ocupen un pueblo violando todas las resoluciones
internacionales. Por eso se han posicionado fuertemente contra la
ocupaci?n israel?, contra el muro y contra la violaci?n de todos los
derechos de un pueblo, como el palestino. "Desde luego el acabar con el
terrorismo pasa por luchar por la justicia y que los pueblos tengan el
leg?timo derecho a su soberan?a y a decidir su futuro libremente. No se
puede ser neutral ante la injusticia".
Entre los encuentros mantenidos con autoridades palestinas Cristina del
Valle destaca el encuentro con el presidente de la Autoridad Nacional
Palestina, Yaser Arafat, que los recibi? durante dos horas en la Mucata.
"Estar all? fue impresionante, alrededor todo eran edificios y coches
destrozados, y dos tanquetas rodeaban el edificio con la bandera
israel?, como diciendo estamos aqu?. En el interior, toda la Mucata est?
llena de sacos para la defensa exterior y las ventanas protegidas. Era
la imagen de un presidente del gobierno elegido democr?ticamente y
secuestrado".
Compartieron sus inquietudes con el embajador espa?ol en Jordania y el
embajador palestino. Almorzaron con el Viceministro de la Informaci?n
Ahmad Soboh y departieron con el ministro de cultura, Yahya Khalf, as?
como con la ministra de Asuntos de la mujer, Zahira Kamal, el primer
ministro palestino Abu Ala y representantes de la Uni?n Nacional de
Mujeres Palestinas.
En una apretada agenda la Asociaci?n ofreci? tambi?n dos conciertos por
la paz, uno en Ramallah y otro en un campamento de refugiados de Bel?n.
Ambos a una temprana hora de la tarde, la m?s adecuada dada la
dificultad y el peligro que entra?a moverse por el pa?s, que se
multiplica con las ?ltimas horas del d?a. All? los componentes de la
Plataforma compartieron escenario con artistas palestinos y reafirmaron
su compromiso de uni?n de los dos pueblos a trav?s de la m?sica y la
palabra.
Los ni?os les
dicen a sus padres 'vosotros no pod?is protegernos', porque est?n viendo
c?mo diariamente el ejercito israel? entra en sus casas y los golpea o
humilla, cuando no los asesina. Han normalizado el sentimiento de que no
pueden protegerse"
UN CONFLICTO que no cesa
Palestina, franja costera
que se extiende a lo largo de la parte meridional del litoral oriental
del Mediterr?neo, ha sido por su posici?n estrat?gica en Medio Oriente,
una encrucijada de civilizaciones. Sufri? conquistas e invasiones
militares de muy diferentes imperios, asirios, persas, mongoles,
otomanos...
Pero ha sido a partir de 1917, con la Dominaci?n Brit?nica, cuando ha
comenzado la progresiva p?rdida de sus territorios. El aumento de la
inmigraci?n jud?a, la posterior expulsi?n de civiles palestinos a cargo
de milicias jud?as mediante el terror, la proclamaci?n y creaci?n del
llamado Estado de Israel impuesto por las armas ocupando parte del
territorio ?rabe, bajo los sanguinarios m?todos del movimiento sionista
y con el apoyo del Gobierno Brit?nico, dio como consecuencia inevitable
el inicio del primer conflicto Arabe-Israel? en 1948, que no ha cesado a
d?a de hoy.
En una lucha desigual, se han enfrentado y enfrentan el Estado de Israel
y un movimiento de liberaci?n nacional, encarnado por la Organizaci?n
para la Liberaci?n Palestina, la OLP. Los primeros fuertemente
militarizados y los segundos con medios armament?sticos limitados. Bajo
la permisividad del resto de Naciones, Israel ha ocupado Palestina
obstaculizando la creaci?n de un Estado Palestino, y mantiene bajo
control a la poblaci?n ?rabe aut?ctona conculcando sus derechos
fundamentales. A pesar de que Naciones Unidas ha reconocido los derechos
de los palestinos, el Estado de Israel los ha expulsado de su tierra,
empuj?ndoles a una lucha armada en todos los frentes.
El pueblo palestino vive un ?xodo forzado, cerca de 3.700.000 palestinos
viven como refugiados entre Siria, Jordania, L?bano y los territorios
aut?nomos.
Tras las disputas de car?cter religioso entre palestinos e israel?es, se
aprecian claramente otros intereses, la existencia de un preciado
combustible, el petr?leo, que ha llevado a pa?ses como EEUU a apoyar
directamente la pol?tica expansionista del Estado de Israel.
Mientras tanto millones de palestinos viven en condiciones precarias, la
mayor parte expulsados de su tierra y sufriendo el acoso por parte de
las fuerzas israel?es, ante el mutismo de la Comunidad Europea.
D?a tras d?a ambos bandos se enfrentan, con numerosas bajas civiles,
especialmente en el bando palestino ante la supremac?a militar israel?.
En el recuerdo de todos contin?an Sabra y Shatila, uno de los episodios
m?s negros de la historia palestina, una m?s de las masacres con las que
el Estado Israel? pretendi? borrar de la faz de la tierra al pueblo
palestino. En 1982 mujeres, ancianos y ni?os indefensos fueron
asesinados a sangre fr?a, lo que en su d?a escandaliz? a la opini?n
mundial y llen? los foros internacionales de tajantes condenas y
declaraciones de rechazo, incluso entre la comunidad israel?. Pero ?qu?
ha quedado de todo aquello? ?Ha servido para algo? ?Hasta cu?ndo tendr?n
que continuar las matanzas para que la comunidad internacional tome
cartas en el asunto? ?Alguien puede responder a esta pregunta? ∆
|